lunes, 6 de julio de 2009

Crónica del diario

Por Helios H. Mondragón Escalona.

Llueva, nieva o relampaguee, en punto de las 4:30 de la mañana este personaje se dispone a dejar la comodidad de sus cama para comenzar su jornada diaria como vendedor de diarios. Su trabajo es importante, pues es el heraldo que tiene como misión llevar las noticias y mantener al tanto de lo que sucede igual en Xochimilco que en Paris o Japón.

Después de desayunar emprende el camino desde su modesta vivienda en la colonia Nativitas en Xochimilco, hasta su punto de venta en calzada del Hueso y Cafetales en la delegación Coyoacán.

Ismael es su nombre, y a diario permanece en este punto paseándose entre las hileras de automóviles que esperan durante la luz roja. Así ve a los automóviles pasar como el cause de un ruidoso río de colores metálicos. Tal vez nunca había observado un trabajo de tanta altura, pues Ismael se codea con personas de todo tipo, desde altos ejecutivos hasta modestos estudiantes universitarios interesados en el periodismo. Así es, las noticias interesan a todos.

Mientras camina entre los surcos que hay entre coche y coche, Ismael va ofreciendo ejemplares al tiempo que grita “¡Metro, Reforma, Gráfico…!”, en momentos repentinos vende un ejemplar y en momentos repentinos come una torta de tamal a mordidas pausadas puesto que continuamente es interrumpido por el grito inesperado de un lector diciendo “¡hey…!, ¿me das un Metro, por favor?.

En los continuos ratos de espera por la luz verde, Ismael hojea las páginas de los diarios, quizá le interesan los deportes, quizá le gustan los espectáculos, tal vez goza de la sección cultural, tal vez esté buscando un nuevo trabajo o simplemente quiere averiguar como va la bolsa en la sección de finanzas. La verdad no lo sé, es difícil de imaginar lo que le gusta leer a un vendedor de periódicos.

Ya son las 10:00 a.m., me es incómodo interrumpir a alguien cuando lee pero tengo que apurarme para llegar a mi clase de periodismo, me acerco al vendedor advirtiéndolo de mi presencia, afortunadamente el voltea y me mira diciéndome: ¡lleve el periódico Metro, Reforma, Gráfico… joven!. Ismael se muestra amable por lo que le contesto: Dame el Metro, por favor; son siete varos, joven; me contesta y le pago con moneda fraccionaria.

El semáforo sigue en verde, los coches continúan su camino, parece ser que tengo tiempo para hacerle unas preguntas, así que abusando de su amabilidad me dispongo a preguntarle:

¿Cuánto tiempo llevas vendiendo periódicos?
- cuatro años, responde de forma ágil.
¿Cuál es tu horario?
- De las 8 a las 11:00 a.m. aunque depende, a veces si todavía me quedan ejemplares me quedo otro rato, pero por lo general no es mucho tiempo el que me quedo.
¿Qué periódico se te vende más?
- El metro y el gráfico, tal vez por que son más baratos (agrega)
¿Cuál es el periódico que más se te queda?
- La verdad ninguno, a estas alturas yo ya tengo medido qué ejemplares y cuántos pedir, precisamente para evitar que se me queden muchos. Yo llegó aquí a las seis de la mañana con el distribuidor que me surte los ejemplares.

Parece que Ismael no se siente molesto al interrumpirlo en su trabajo, hasta parece ser que disfruta de esta minientrevista. El semáforo marca rojo, los autos comienzan a detenerse, Ismael tiene que realizar su rondín entre los coches, yo también tengo que apresurarme para llegar a la escuela.

Sabiendo que quizás tiene muchas historias que contar, únicamente me limito a preguntarle: en tus cuatro años como vendedor ¿Cuál ha sido la noticia que más ejemplares ha vendido?

Con gesto reflexivo él me contesta: pues… el escándalo de “Fabiruchis” y la noticia de ayer en la que mataron a dos luchadores (seguro se refería a la parquita y a espectrito), fíjate que ni la muerte de Michael Jackson vendió tanto como esas dos noticias, por lo menos en este punto.

Ya es hora de irme, son las 10:13 y tengo que entregar mi nota a las 11:00, sin más ni más me despido de Ismael agradeciéndole su tiempo.
Ismael me contesta como le contesta a cualquier otro cliente: ¡De nada, que tenga buen día joven…!

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